Mirada renovada

domingo, 22 de diciembre de 2013

Despedida


Me encuentro a las puertas del cierre de una etapa y quiero compartir con vosotros/as este hito en mi camino. Hace 23 años empecé mi andadura profesional en San Francisco (USA), durante el apogeo de la pandemia del SIDA. Mi experiencia como voluntario en “Shanti Proyect”, organización destinada a dar apoyo emocional a personas con VIH-SIDA y a sus seres queridos, fue una experiencia transformadora. Por un lado encontré mi sitio en el mundo, por fin daba sentido al trabajo que realizaba y por otro el acompañamiento a la muerte me llevó a buscar inspiración en libros de personas que apoyaban a moribundos. Curiosamente aquellos con los que resoné eran budistas.
 
El gran impacto de aquellas lecturas, me llevó a probar la práctica de la Meditación Budista. Actividad que de manera progresiva fue creciendo y lo que al principio suponía un apoyo para mi práctica profesional ha llegado a ser el objetivo primordial de mi vida.

Me he encontrado ante la disyuntiva de ser un buen profesional o de seguir profundizando en mi camino espiritual. Tengo que reconocer que el personaje de Psicoterapeuta que he creado es un obstáculo en mi proceso de autorealización, es por eso que he decidido soltarlo. Esto no significa que me retiro del mundo, sino que simplemente dejo esta actividad y que mi práctica  espiritual sigue incluyendo el servicio a los desfavorecidos.

Durante años he visto en algunas personas con quienes he trabajado el gran peso que soportaban de sus personajes (madre del mundo, responsable del dolor ajeno…)  y me venía muchas veces la idea de facilitar un taller que en clave de humor les ayudara a liberarse de tan pesada carga, “Cómo llegar a ser un Don Nadie”.  Para que con una honesta mirada darme cuenta de que yo también estaba necesitado de un trabajo similar,  a menudo suele ser más fácil ver en los demás lo que necesitan cambiar que en uno mismo.

Todos estos años en torno al sufrimiento humano han supuesto una intensa experiencia, a veces ayudando a hacer importantes cambios y otras sintiéndome impotente para poder hacerlo. En general siento satisfacción por el enriquecimiento mutuo que ha supuesto mi experiencia como psicoterapeuta y también siento la desazón de quienes viven como un abandono el final de esta etapa.

Estos días me estoy despidiendo de manera personal de las personas con quienes actualmente hago sesiones. Pero para quienes en el pasado,  me habéis dado el privilegio de ser vuestro aliado en ese viaje hacia vuestro interior, quiero expresaros mi gratitud y deciros que aunque mi práctica como psicoterapeuta ha llegado a su fin, si tuvierais la necesidad de hacerme alguna consulta, vía e-mail será bienvenida.

Hace aproximadamente año y medio daba expresión a este Blog que titulaba “Mirada Renovada”. Quería ofreceros una mayor comprensión de cómo realizaba mi práctica desde mi papel de Psicoterapeuta, a la vez que escribir algunos artículos de reflexión sobre el sufrimiento humano.

Quiero agradeceros a quienes  os habéis brindado a compartir vuestras experiencias, sensaciones acerca de los escritos que he publicado, a través del blog o más discretamente por medio del correo electrónico. Por si alguien tuviera dudas quiero aclarar que en toda la vida del blog no he dejado de publicar ningún comentario, ya que seis personas me han comunicado que me mandaron un comentario y realmente nunca los recibí. Duendes de la informática.

Deciros también que el blog seguirá vivo y que próximamente necesitará de una renovación para adaptarse a este proceso cambiante que precisa esta nueva mirada renovada.

Aprovecho también para desearos que con la llegada del Solsticio de Invierno-Navidad, así como la luz del sol se prolonga de manera progresiva para empequeñecer la oscuridad de la noche, de la misma manera en este desalmado mundo vaya creciendo la luz de la Consciencia, para que ésta vaya menguando las tinieblas y consecuencias de la inconsciencia.



Abrazos/Aitor